Hay un tipo de consumo eléctrico que suele pasar desapercibido y que se refleja en la factura de la luz, a pesar de los intentos de ahorrar de los usuarios. Nos referimos a ese consumo fantasma que se produce cuando los aparatos están en modo stand-by, y que puede situarse en torno a los 400 kWh al año.
¿Qué es el consumo fantasma stand-by?
El consumo fantasma del stand -by es el consumo de luz que realiza cualquier aparato eléctrico que se mantiene enchufado a la red eléctrica, incluso aunque no se esté utilizando en ese momento o esté aparentemente apagado. Los aparatos electrónicos y los electrodomésticos llevan un transformador que permite adaptar el voltaje por medio de dos bobinas. Una de ellas siempre se queda activa cuando está enchufado, a pesar de que no esté encendido. Normalmente, es un consumo al que no le prestamos atención. Todos los aparatos que tienen un piloto que se pone en rojo al apagarlo, nos indican que siguen consumiendo una pequeña cantidad de electricidad. Es el modo stand-by que está pensado para que todo sea más cómodo. Así, en vez de usar el interruptor manual del aparato, lo apagamos con el mando a distancia y listo. Es muy habitual que hagamos esto con el televisor sin ser conscientes de que, al dejarlo en stand-by, está consumiendo lo mismo que si estuviese encendido.
Luego están los aparatos que no lleva dicho piloto incorporado, pero también cuentan con un transformador interno que sigue consumiendo luz aunque el aparato esté inactivo. Estos son los que pasan más desapercibidos porque no nos dan información ninguna de que están utilizando energía. Un buen ejemplo es el cargador del móvil que dejamos muchas veces enchufado aún sin tener ningún teléfono cargando en ese momento. También es común que hagamos lo mismo con electrodomésticos como la cafetera, el tostador, el cepillo de dientes eléctrico, etc.
¿Cómo evitar el consumo fantasma?
Como vemos, hay muchos aparatos que hacen este tipo de consumo fantasma, pero una vez que somos conscientes de ello, evitarlo es muy fácil. Hay varias formas de hacerlo, así que se puede escoger el método más cómodo según el tipo de aparato eléctrico. Si se siguen estas pautas a diario, ya en el primer mes se puede notar una bajada en la factura de la luz.
- Desenchufar el aparato. Es la forma más directa de evitar el consumo fantasma. Ojo con los electrodomésticos en el cuarto de baño o en la cocina, que son los que solemos dejar enchufados casi de forma permanente.
- Desenchufar la fuente de alimentación. Algunos aparatos electrónicos, como portátiles, tienen una fuente de alimentación, de forma que no sirve de nada desenchufar el dispositivo y dejar el transformador conectado.
- Usar regletas. Las regletas pueden facilitarnos la vida porque solo con un botón desconectamos todos los aparatos a la vez. Así no tenemos que estar desenchufando y enchufando continuamente.
- Temporizadores. El uso de temporizadores también son una gran opción, ya que desconectan automáticamente los aparatos a la hora programada. Además, son bastante asequibles y pueden ser de gran ayuda para reducir el consumo energético.
- Pasarse a la energía fotovoltaica. Con los paneles solares se puede ahorrar entre un 40 y un 60% del gasto anual en electricidad. El consumo fantasma se sigue produciendo si no desconectamos los aparatos, pero la repercusión en nuestro bolsillo puede llegar a ser insignificante.
¿Cuánto puedo ahorrar al mes si reduzco el consumo fantasma?
No es fácil calcular el coste mensual del consumo fantasma del stand-by, ya que en el mercado hay diferentes tarifas eléctricas, y, por otra parte, el precio del kWh oscila mucho de un día a otro. Sin embargo, se puede estimar una media aproximada. Si tenemos en cuenta los aparatos más habituales en los hogares que solemos dejar en reposo y siempre enchufados, la cifra de consumo extra es de unos 377 kWh. Si los apagásemos por completo podríamos ahorrar hasta 64 euros cada año, un poco más de 5 euros cada mes. El consumo fantasma del stand by supone entre el 7 y el 11% del importe total de la factura. Todos los electrodomésticos y aparatos electrónicos muestran información sobre el consumo energético en reposo (en stand-by). Según el tipo de aparato puede haber bastantes diferencias, desde 0,3 W hasta 4 W. Así que no está de más echarle un vistazo a las especificaciones técnicas para tener una idea de lo que de verdad consume cada electrodoméstico que usamos en casa a diario.
¿Ejemplos de consumos stand-by en el hogar?
En nuestro hogar tenemos muchos aparatos que siguen consumiendo en stand-by sin que nos demos cuenta. No todos suponen el mismo gasto energético, así que vamos a mencionar los que más caros nos salen.
- Decodificadores TV. Es un elemento electrónico que consume mucho en stand-by, más aún si llevan incorporado un disco duro con un sistema de grabación. Al año pueden consumir entre 41 y 64 kWh al año, que suponen al año entre 7 y 10 euros.
- Televisor. En el caso del televisor depende mucho de sus características. Por ejemplo, un monitor LED de 37 pulgadas tiene un consumo en reposo de 18 kWh al año, que es menos de 3 euros. En cambio, un monitor CRT de 32 pulgadas, puede consumir hasta 53 kWh anuales en stand-by, que son más o menos unos 9 euros.
- Ordenador portátil. Muchas veces dejamos este dispositivo enchufado, para que esté siempre cargado y listo para cualquier momento. Sin embargo, aunque esté apagado del todo, hace un gasto de 35 kWh al año, que se traduce en unos 6 euros al año.
- Equipo de música. La minicadena o cualquier equipo de música o de sonido similar, también hace un elevado consumo en stand-by, hasta 53 kWh, que al año sube hasta los 9 euros.
- Microondas. El microondas es otro de esos aparatos que tenemos perpetuamente enchufados y listos para usar en cualquier momento. Su consumo es de unos 35 kWh, que suman unos 6 euros al año.
Como ves, el consumo fantasma del stand-by es bastante significativo, más en tiempos de crisis energética como la que estamos viviendo. Si quieres olvidarte de estar pendiente de cada gesto, considera la energía fotovoltaica como una opción para tu hogar. Pásate al autoconsumo.